En un principio, esta universitaria solo iba a la biblioteca para estudiar un rato, pero se entretuvo con algo mucho mejor. Conoció a un chico mulato y empezaron a ligar, hasta ponerse muy cachondos y meterse mano. No podían hacer mucho ruido y en lugar de irse a los baños o a otro sitio más tranquilo, decidieron follar allí mismo y procuraron que la bibliotecaria no se enterase de nada de lo que estaban haciendo.