Tras meterse en la cama con su amiga Violet Starr, Kendra Spade no pudo conciliar el sueño y empezó a tocarse el chocho bajo las sábanas. La otra chica se fijó e hizo lo mismo, hasta que las dos chicas decidieron meterse mano y practicar sexo lésbico. Ambas morenas se quitaron la ropa interior y acabaron la noche saboreando sus coños, logrando unos orgasmos brutales y consiguiendo al fin dormir a pierna suelta.