Cuando volví a casa de mis ensayos como animadora, me encontré justo en la entrada a tres chicos mulatos. Parecían bastante intimidantes, pero les demostré que no me daban nada de miedo e incluso quise que pasasen a mi casa. Una vez a solas, empecé a lucir mi culito y mis curvas delante de todos ellos, hasta acabar follándomelos en un gangbang donde no quedó ninguno de mis agujeros sin penetrar.