La verdad es que esta morena tetona es una maravilla para la vista, sobre todo cuando lleva vestidos escotados. La chica está muy orgullosa de sus curvas y tiene a su novio más que contento, ya que cada vez que ve sus pechos, acaba empalmado. Una vez más, sus ojos se vuelven a desviar a esa pedazo de delantera y como no, a ella no le queda más remedio que satisfacerle y terminan pasando la tarde en el sofá y follando como dos perros en celo.