Aunque aun tenía mucho que limpiar, Sophie Lynx vio a su jefe leyendo el periódico y quiso acercarse para pasar un buen rato con él. La morena lleva tiempo fantaseando con tener algo con él y al final, logró convencerle para que le diese a probar su rabo. Al verla tan dispuesta, el tipo decidió sacarse su rabo y dejarle chuparlo en pleno salón, hasta ver como se ponía a cuatro patas y le daba vía libre para perforar su culito sin descanso.