Con tal de conservar su trabajo, esta sirvienta latina es capaz de cualquier cosa, hasta de quitarse la ropa mientras limpia la casa de su jefe para que se deleite con su cuerpazo. Hasta ahora no ha ido a más, pero una tarde el tipo apareció con un empalme brutal y como no, ella no tuvo más remedio que complacerle. Al principio no se la vio con muchas ganas, pero tras sacarle brillo a su rabo se subió encima y como vemos, terminó disfrutando del polvazo que ambos se marcaron por todo le salón.