Paseando por la calle, este tipo se topó con una morenaza española, la cual parecía muy dispuesta a todo con él. No paró de contonearse y presumir de curvas ante él, invitándole a su piso para que pasase lo que tenía que pasar. Y es que la chica llevaba tiempo necesitando una buena sesión de sexo duro y al fin, pudo disfrutarla gracias a este suertudo que no dudó en darle rabo durante toda la tarde, penetrando su coño a conciencia y terminando la faena con una corrida en toda su cara.