Ir de compras con su chica era un suplicio… hasta que empezó a buscar lencería. Solo de imaginársela con esas sexys braguitas, al chico se le ponía como una piedra y tras comprar unas cuantas, se fueron a casa para ver como le quedaban. Se puso a lucir palmito con esas sexys bragas y al final, el calentón se hizo tan evidente que terminaron follando duro y grabándolo con el móvil, hasta que el chaval no pudo más y terminó por rellenarle el coño de lefa.