Lo peor que pudieron hacer los dueños de esta casa, fue dejar a la zorra de su hija sola con los pintores. Los chicos estaban haciendo su trabajo, pero la rubia no paraba de flirtear con ellos, hasta conseguir llamar su atención. Estaba claro que quería tema y sin duda consiguió lo que buscaba, con un trío casero donde amos se la follaron sin piedad, llegando incluso a meterle una doble penetración que dejó sus agujeros bien follados y dilatados.