Parece que andaba con hambre y en lugar de prepararse algo, este tipo prefirió pedir una pizza y así ahorrarse el curro. Tardó más de lo debido, pero valió la pena ya que una pedazo de morena apareció por su casa con la comida, luciendo su cuerpazo ante sus narices. Tocaba darle la propina correspondiente pero viendo como flirteó con él durante todo el rato, decidió ofrecerle su rabo en el sofá y como no, la muy zorra lo aceptó con mucho gusto.