Nadie se le resiste a Marco Banderas, el cual tiene a tiro a una morenza de tetas bien gordas dispuesta a hacerle de todo. Es un poco choni, pero también una golfa a la que le encanta follar y demostrar todo lo zorra que puede llegar a ser con una buena polla a mano. Tras irse a un hotel, se comió el pedazo de rabo del semental y probó varias posturas hasta correrse en la cama con los pollazos que le metió durante toda la tarde.