Tiene tanta pasta que puede permitirse el lujo de contratar a personas para que le atiendan cuando lo necesita. Así que tras acabar en cama, recibió los mejores cuidados de una enfermera obesa que le atendió de lujo. Poco a poco se fue sintiendo mejor y la manera que tuvo la gordita de comprobarlo, fue meter su mano en su entrepierna. Se dio cuenta de que al menos su polla estaba en forma y al final, pudo darse cuenta tras follárselo en la cama y notar su energía en un polvazo.