Pensaba que conseguiría huir con el botín, pero Polly Pons terminó detenida y metida entre rejas. Una vez allí, esta ladrona asiática tuvo que pensar un modo de salir de allí lo antes posible, hasta decidir usar sus armas de mujer. Empezó a seducir al agente con sus melones y cuando lo tuvo cachondo, empezó a pajear su polla tras las rejas hasta ver como entraba con ella. Los dos se quitaron la ropa y empezaron a tener sexo, descubriendo que el policía es todo un semental y gozando de sus pollazos, hasta buscar el momento perfecto para escapar.