Quería darle una grata sorpresa a su novio en el día de su cumpleaños, así que Kendall Woods fue a la cocina y decoró el dormitorio, mientras se metía bajo las sábanas a chupársela. Hizo que despertase con una sonrisa y luego, hizo de sumisa para él dejándose atar de pies y manos en la cama. Acabó hasta con una mordaza dejándose follar duro y cumpliendo así una de sus fantasías más morbosas, logrando dejarlo más que contento con el mejor regalo que ha recibido jamás.