De vez en cuando, esta joven pelirroja se pasa por casa de su tío para hacerle una visita y charlar con él. Aunque hoy lo que menos hizo fue articular palabra, ya que nada más verle fue a por su rabo sin dudarlo. Le sacó brillo a su polla como una profesional y luego se abrió de piernas, gimiendo como nunca con los pollazos que ese madurito le dio y que tanto placer le acabó dando.