En su grupo de scouts, Kiley Jay y el resto de chicas tienen que competir y recaudar fondos vendiendo galletitas, pero parece que la joven colegiala no está consiguiendo ir por delante. Un día descubrió que alguna de sus compañeras estaba golfeando, a cambio de conseguir que le compraran algunas cajas. Así que decidió no solo hacer lo mismo sino de un modo más atrevido, colándose en casa de un posible comprador y dejándole probar su coño en un polvazo, hasta conseguir que le comprase todo su lote.