Necesitaba papeles para poder encontrar trabajo y para ello, la inmigrante húngara Angelina Brill fue a ver al tipo encargado de dárselos. Le había pedido muchos requisitos, pero la morena no tenía nada de eso y quiso agilizar el proceso. Para ello se presentó en su despacho y no tardó ni un minuto en quitarse la ropa, hasta tentarle y terminar follándoselo. Los dos se lo pasaron en grande durante un buen rato, hasta terminar con su lefa sobre sus pechos y consiguiendo legalizar su situación.