Le encantan tanto los gatos, que la guapa Stephanie West lo ha convertido casi en una obsesión, hasta el punto de que les presta más atención a ellos que a su novio. Sabe muy bien que últimamente ha tenido alguna que otra discusión por el tema, así que decidió prepararle una sorpresa muy especial. La chica se metió en el papel de una gatita sumisa, poniéndose unas orejas de felino y apareciendo desnuda en el dormitorio, dispuesta a todo con él y dejando que se diese un buen atracón con su coño en el suelo.