Desde la ventana esta gordita vio a su vecino mientras trabajaba en su jardín, deseando acercarse para tentarle con sus curvas. Decidió acercarse y comenzó el flirteo, lanzándole todo tipo de indirectas hasta terminar metiéndose en su casa y lanzándose a sus brazos. No es su tipo, pero tener semejantes ubres a tiro era demasiada tentación y al final, le siguió la corriente hasta darle a probar su polla por todo el salón de casa.