Después de darle muchas vueltas, esta flaca rubia decidió apuntarse a un casting porno y probar suerte, para ver si quizás podía grabar alguna otra escena y ganarse la vida con el sexo. Fue con la mente abierta a que pasase cualquier cosa y tras quitarse la ropa, se subió a una mesa para dejar que le hiciesen de todo. Lo que pasa es que no tenía previsto acabar practicando sexo anal y aunque siguió adelante, la enculada fue más dolorosa de lo que ella esperaba.