Tras llamar a varios amigos de la facultad, la fiesta universitaria dio comienzo y muchas de las chavalas terminaron soltándose la melena tras beber como animales. Al mismo tiempo, se convirtieron en el blanco de muchos de sus compañeros, hasta el punto de terminar golfeando allí mismo. Una de ellas acabó zampándose dos rabos en el salón, hasta que terminó con una amiga en un cuarto y cabalgando rabo junto a ella.