Al llegar a la habitación de sus pacientes para ponerles una inyección, la enfermera Jenny Simons los pillón pajeándose y con sus pollas más duras que una piedra. Para la rubia no hizo falta nada más, así que levantó las sábanas de sus camas y comenzó a chupárselas como una auténtica profesional. De repente los dos tipos olvidaron sus dolencias y fueron directos a por la chica, follándosela en un trío donde incluso la penetraron doblemente por el culo y el coño.