Uno de mis hobbies es la lectura, pero tras abrir mi libro y relajarme en el salón, vi como mi hijastro aparecía con ganas de marcha. Pasó sus dedos por mis hombres y comenzó a acariciarme, dejándome entrever sus intenciones. Al principio pensé en pasar del tema, pero acabó poniéndome muy cachondo y al final, dejé lo que estaba haciendo y salté sobre su polla, hasta dejarle penetrar mi coño maduro en el mismo suelo.