Ella pensaba que simplemente era un baño público, pero al poco rato, Casey Cumz se dio cuenta de que se encontraba en un glory hole. Lo supo al ver esos agujeros en las paredes, aunque sobre todo cuando vio un pedazo de rabo negro salir de allí. Nada más verlo, se lo llevó a la boca y le sacó brillo con ella, para luego gozarlo en su chochito y terminar la faena con una buena corrida en toda la cara.