Mientras estaba relajándose junto a esta piscina, la guapa Carolina Abril se fijó en un chico que no paraba de mirarla de arriba a abajo. Le dejó acercarse y pronto empezó a flirtear con él, hasta dejarle manosear esas tetitas tan ricas que tiene. La cosa estaba claro como iba a acabar, pero seguro que esta golfa no pensó que fuese a ser allí mismo y a la vista de todos, donde acabó por marcarse un polvazo en toda regla.