Noté a mi padrastro un poco deprimido y me dio bastante pena, así que fui a verle a su dormitorio para charlar con él. No sabía que hacer para animarle y al final, solo encontré en el sexo la mejor manera de provocarle algún tipo de sentimiento. Empecé a mostrarme muy cariñosa y terminamos teniendo sexo, disfrutando de su polla e incluso dejándole probar mi culito en una follada anal.